viernes, 25 de febrero de 2011

MIGUEL HERNÁNDEZ: NANAS DE LA CEBOLLA

Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla.

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.


En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.


Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.


Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.


Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.


Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.


La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!


Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.


Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!


Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.


Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.


Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.

miércoles, 23 de febrero de 2011

El golpe de Estado del 23 F (1981)

Durante el proceso de transición  democrática, la amenaza de una intervención militar estuvo latente y, de hecho, algunos sectores del ejército y claramente franquistas no estaban de acuerdo con el régimen constitucional. La conocida como Operación Galaxia (octubre de 1978) pretendía la ocupación de la Moncloa para terminar con la democracia, pero fue abortada a tiempo.
El golpe de Estado del 23 F fue llevado a cabo durante la segunda votación para la investidura de investidura de José Calvo Sotelo, tras la dimisión del Presidente de Gobierno Adolfo Suárez (UCD).
El coronel Tejero tomó el Congreso de los Diputados con unos doscientos guardias civiles armados. Se realizaron disparos que aún pueden apreciarse en el techo del hemiciclo y se humilló a los diputados, que fueron obligados a arrojarse al suelo. Tan sólo se resistieron Gutiérrez Mellado(Vicepresidente), Carrillo y Suárez. La sesión estaba siendo transmitida por radio y grabada para televisión, así que el golpe fue conocido en directo por todo el país. Durante esa noche, se esperaba la llegada del militar que dirigiría el alzamiento.

El capitán general de Valencia Miláns del Bosch sacó los tanques a la calle, mientras el resto de guarniciones militares permanecieron a la expectativa a la espera de nueva orden.
En Madrid, la División Acorazada Brunete es abortada por el general Juste y el capitán general de Madrid Quintana Lacaci, enterados de que el rey no respaldaba a los golpistas.
Se considera clave la actitud del rey don Juan Carlos, que detuvo el progreso del golpe, comunicando a todas las capitanías generales su oposición y tranquilizando a la población en el famoso discurso emitido a las 1,13 horas de la madrugada del 24 de febrero por TVE.


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jueves, 10 de febrero de 2011

Novela picaresca: El lazarillo de Tormes

El lazarillo de Tormes es la primera novela picaresca de la literatura española. Se publicó en el1554 (Siglo XVI).
En la obra, Lázaro o Lazarillo de Tormes (llamado así porque nació en el río Tormes que pasa por Salamanca) cuenta, en primera persona(narración autobiográfica) las aventuras y desventuras de su desgraciada vida.
La obra, escrita en un lenguaje irónico y sarcástico, está llena de anécdotas divertidas que consiguen crear una cómica historia en la que, al mismo tiempo, se satiriza y ridiculiza la sociedad española del S. XVI
Su autor es anónimo, posiblemente porque nadie se habría atrevido a firmar una obra tan polémica que criticaba ferozmente la sociedad de la época. La novela estuvo censurada hasta el S. XIX




COMPRENSIÓN LECTORA: Explica con tus propias palabras el siguiente fragmento y cuélgalo a modo de comentario a esta entranda.

En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía, no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo.
Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y, ambos llorando, me dio su bendición y dijo:
-Hijo, ya sé que no te veré más. Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti.
Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba.
Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo:
-Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él.
Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:
-Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.
Y rió mucho la burla.
Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije entre mí: «Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer».