jueves, 13 de noviembre de 2008

¡Viva la Pepa!

¡VIVA LA PEPA!
(Por Sandra Sánchez Casado y Diego Soto-Río Alonso)
La carta magna sancionada por las cortes de Cádiz fue la primera constitución de corte liberal en la España absolutista. Sin embargo, los ciudadanos apenas pudieron disfrutar de unas reformas que Fernando VII derogó inmediatamente a su regreso.

El año de 1812 fue en España un año de hambre y miseria. En 1812, con la familia real española retenida en Francia por orden de Napoleón y con un país sumido en el casi bélico, muchos políticos conservadores y liberales se habían replegado a Cádiz. Allí buscaban organizar la resistencia contra el invasor y redactar una constitución capaz de solucionar los problemas económicos y políticos que, desde hacia décadas, aceleraban la decadencia del país.
Un país sumido en la pobreza, el hambre y el caos social
Finalmente, las Cortes Generales proclamaron la Constitución el 19 de marzo 1812, día de San José, motivo por el que fue popularmente conocida como la Pepa. Sus promotores se enfrentaban a una tarea titánica: debían asentar los pilares de una moderna monarquía parlamentaria y solucionar unos problemas económicos que veían de lejos.
La época del liberalismo, el hundimiento de la monarquía española como gran potencia, el ascenso al trono de Carlos IV en 1788 fue visto por algunos de sus contemporáneos como l apuntilla final para la definitiva bancarrota del Estado. El nuevo rey, era débil flojo y menos sagaz de lo que conviene a un soberano.
La situación que atravesaba el país en 1808 son demoledores. Si el 75% de los franceses sabían escribir, el 85% de los españoles eran analfabetos. España tenia alrededor de once millones de habitantes, de los cuales solo un 6% vivía en las ocho ciudades que tenían mas de 50.000 habitantes.
Las gentes que dependían del campo rondaban nada menos que alrededor del 80% y el resto se acomodaba en pequeñas poblaciones.
El vergonzoso espectáculo de Carlos IV y Fernando VII en Bayona
Napoleón, que culpaba a la iglesia y ala monarquía de la decadencia que sufría España, dejo constancia escrita de sus sentimientos hacia los Borbones.
Carlos IV reprochaba a su hijo Fernando haberle usurpado la corona, y el hijo le respondía con insolencia que no era digno de ella. La madre, arrebataba de ira, insultaba a su vástago y defendía al mismo tiempo a su favorito Godoy, aquel joven de la guardia de Corps logro convertirse en Grande de España y en el hombre mas poderoso del reino.
El 6 de mayo de 1808, tras devolver la corona a su padre, el joven Fernando renuncio a sus derechos como heredero del trono español.
Carlos IV entrego el poder a Napoleón que nombro a su hermano José Bonaparte rey de España, los españoles, que defendieron con uñas y dientes sus tierras, su monarquía y su religión católica.
Napoleón trato de introducir amplias reformas administrativas que paliasen el desastroso gobierno de Carlos IV, con ese fin se redacto el estatuto de Bayona, los patriotas crearon 18 juntas supremas provinciales presidiales por miembros de las clases privilegiadas y de la jerarquía eclesiástica.
España estaba dividida, había una minoría que luchaba contra Napoleón y contra el Antiguo Régimen borbónico, pero existía también una gran masa social que defendía los valores que promulgaban el absolutismo y la iglesia.
Unas Cortes Generales Con Un Apretado Plan De Trabajo
En julio de 1809, una fuerza británica dirigida por Wellintong se unió a las tropas españolas para derrotar a los franceses en Talavera, los tropiezos posteriores de los ejércitos españoles desestabilizaron definitivamente la junta suprema central, cedió el poder a una regencia que tampoco logro mejorara la situación militar.
Llegado el 1810,la regencia tubo que atender contra su voluntad la convocatoria de cortes que impulso la junta antes de su disolución.
El 24 de septiembre de 1810 los diputados asistieron a una misa en la iglesia parroquial, asumieron la defensa del reino en los siguientes términos:¿juráis la santa religión católica y apostólica, romana sin admitir otra n l reino? ¿Juráis en conservar en su integridad la nación española, y no omitir medio alguno para liberarla de su injustos opresores? ¿Juráis amara a nuestro amada soberano el señor don Fernando VII todos sus dominios, y en su defectos a sus legítimos sucesores, y hacer cuantos esfuerzos sea posibles para sacarle del cautiverio y colocarle en el trono?
Tras el juramento dio comienzo la primera sesión de las cortes generales y extraordinarias.
Los diputados compartían un mismo objetivo: vencer al ejercito español, sacara sacra al imperio español de su situación de bancarrota y restaurar el trono de Fernando VII.
Fue difícil proceso, pero finalmente se otorgo a las cortes la facultad, el poder legislativo, dejando las labores del ejecutivo a la regencia. Aquellos hombres se empeñaron en poner en marcha una reforma a fondo del país.
En los meses siguientes lo inmovilistas trataron de frenar el debate constitucional, incluyera sin cortapisas todo le clero católico. Pero el intento fue vano,
El jueves 19 de marzo de 1812 las cortes españolas refugiadas en Cádiz proclamaron la nueva constitución, compuesta por 384 artículos, en 10 capítulos, no otorgaba plenos derechos a los esclavos ni a los hombres libres de origen africano.
Las cortes costaban de una sola cámara elegida através de un complejo sistema de juntas parroquiales que designaba representantantes para otras reuniones del partido.
La corona pierde las rentas del continente americano
Aquella constitución que pretendía modernizara el país y dotarlo de los mecanismos necesarios para hacerlo prosperar, la única igualdad que ofreció era la igualdad ante la ley y la única libertad que se les brindo a los españoles era libre mercado.
Estableció la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, un cambio fundamentas que represento la definitiva ruptura con e viejo orden absolutista.
En febrero de 1811 las cortes se trasladaron al oratorio de san Felipe en la ciudad de Cádiz , un mes mas tarde se creo una comisión dispuesta a preparar un proyecto de constitución, estaba reformada por liberales ( reformadores)
Y conservadores (inmovilistas).
Tres meses después se produjo un debate feroz sobre la abolizacion de los señoríos, una iniciativa que fue aprobada aunque quedo finalmente edulcorada. El decreto no reformaba impedir la reunión de las cortes y dependía del consentimiento de estas para abandonar el país casarse abdicar o suscribir tratados de alianza y comerciales
Se añadió la decisión de las cortes de abolir la inquisición, por si fuera poco, los liberales incluyeron a las colonias americanas y asiáticas en los parámetros de la nueva nación estado.
La corona perdía no solo su privilegio absoluto, si no las rentas del continente americano, ya que la nueva nación estado establecía una diferencia entre hacienda nacional y hacienda real.
Cuando las cortes se reunieron en Madrid en enero se 1814, la mayoría liberal ya no tenia tanto peso en la cámara. Semanas después, los diputados aprobaron un decreto que obligaban a Fernando VII a jurara la constitución.
Liberado por napoleón volvió a España el 22 de marzo de aquel año, el rey no acato la sugerencia de las cortes de dirigirse directamente a Madrid, Fernando VII decidió quedarse en valencia cuyos habitantes desengancharon los caballos de su carruaje pera tirar de la carroza real por las calles de la ciudad mientras vitoreaban al joven monarca.
El populacho destrozo una placa que daba nombre a la plaza de la constitución.
El trienio constitucional, un rayo de liberalismos en la España monárquica
el 4 de mayo de 1814 Fernando VII dio un golpe de estado, que se hizo publico en Madrid seis días después.
El Regreso del viejo orden de la inquisición supuso el inmediato arresto de liberales en todo el territorio nacional.
Los madrileños aclamaron a aquel joven príncipe que fue vilmente arrancado del pueblo por el que ellos consideraban el “anticristo jacobino”.
El 28 de mayo de1814 los franceses abandonaron Barcelona. Fueron las ultimas tropas napoleónicas en territorio español. La obceca absolutista de Fernando VII acelero los procesos de independencia de los territorios americanos. Si en 1808 podía considerarse que la monarquía española estaba al borde del colapso financiero, a partir de 1814 mermados los caudales de America que cesaron casi por completo en 1818 su situación era desesperada.
A pesar de la orden de Fernando VII de aboliar la constitución su mensaje de modernidad y liberación calo en España y también en las colonias americanas.
El posterior trienio constitucional, (1820 -1823) fue la primera oportunidad de poner en practica las reformas políticas.
Sin embargo fue abortado por otro ejercito Frances en abril de 1823.
La misión de aquellas tropas los cien mil hijos de san Luis era la de restaurar al rey Fernando VII como monarca absoluto y abortar el sistema constitucional.
Tras derrotar a napoleón, las potencias europeas temían que el gobierno liberal radicalizase el régimen constitucional español. Francia, reino unido y Austria no estaban dispuestos a otra revolución.

José Bonaparte I

José Bonaparte I
(Por Susana María Gómez Jáñez)
Nacido en Córcega en 1768, el futuro José I de España fue un joven estudioso atraído por las ideas de la Revolución Francesa. Licenciado en derecho en pisa y dedicado a la abogacía. Su hermano napoleón le llevo a la política, primero como embajador de roma y después en el consejo de los Quintetos el órgano principal del Directorio. EN 1799, Napoleón le aconsejo negociar con EEUU, la Santa Sede, Austria e Inglaterra, y tras la inauguración del imperio en 1804, José fue nombrado príncipe, gran elector y senador. En 1806, napoleón le corono rey de Nápoles. José llevo a cabo reformas para acabar con los vestigios feudales del antiguo Régimen, trato se poner en orden las finanzas y la deuda publica, y reestructuro el sistema judicial y el educativo. Algo parecido intento en España durante su reinado (1808-1813), pero desde su llegada en julio de 1808, José I se topò con un pueblo de armas tomar que no aceptaba la ocupación francesa. Busco el apoyo de afrancesados como Moratin, que le animo a construir una sociedad basada en``la razón, la justicia y el poder pero al poco de llegar tuvo que huir de Madrid por la derrota de la francesa en Bailen, pero la intervención directa de napoleón le permio fijar el gobierno en la capital. Le llamaba Pepe botella por su afición a la bebida que no era cierta o Pepe plazuelas por que impulso la apertura de varias plazas en Madrid. 1812 busco un acuerdo con las cortes de Cádiz fue rechazado. Aun así, saco adelante leyes y suprimió la Inquisición, que seria re4stituida por Fernando VII. Las derrotas francesas de Arapiles (1812) victoria (1813) le pusieron en picota, las cortes de Cádiz aprobaron la confiscación de sus bienes y José se marcho de España en junio 1813. 1815, cuando tras la caída de Napoleón se fue a EEUU donde vivió hasta 1832 en una lujosa mansión de Filadelfia con el titulo de Survilliers. Volvió a Europa y se estableció en Florencia, donde murió.

GOYA

GOYA
(Por María Fidalgo Bodas)

Pocos pintores nos enseñan los horrores que ocasiona la guerra como lo hizo Goya: familias rotas, hermanos que asesinan a otros hermanos, amigos que se matan entre ellos… Todo esto causó tanta impresión en él que, a partir de entonces, abandonó los colores y comenzó a pintar en tonos oscuros, casi en blanco y negro.

¿QUIÉN ERA GOYA?

Francisco de Goya y Lucientes nació en 1746, en Fuendetodos (Zaragoza, España). Comenzó su formación artística cuando tenía catorce años, época en la que empezó a frecuentar el taller del pintor José de Luzán.

En 1763, viajó a Madrid para ingresar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando; pero fue rechazado, por lo que probó suerte en Italia, donde permaneció dos años.

Ya en España, en 1772, Goya realizó su primera obra de importancia: los frescos de la cúpula de la basílica de la Virgen del Pilar (Zaragoza). El fresco es un tipo de pintura que se realiza sobre la pared.

Un año después, en Madrid, la Real Fábrica de Tapices le encargó los primeros cartones, dibujos preparatorios para la realización de los tapices. En esta ocasión, éstos estaban destinados a decorar el palacio de El Pardo, residencia de los monarcas durante el verano.

La mayor parte de estos cartones narraban escenas de fiestas, juegos y meriendas protagonizadas por majos y majas, gente del pueblo de Madrid. Algunos representaban también escenas de cazadores o campesinos. Casi todos se conservan en el Museo del Prado (Madrid).

PINTOR DE LA CORTE

En 1786, Goya fue nombrado pintor del rey Carlos IV. Al igual que Velázquez, que también fue pintor de la corte, realizó numerosos retratos del monarca y de sus hijos. A partir de ese momento, entró en contacto con la aristocracia, y trabajó para ellos realizando, sobre todo, retratos, como los de la duquesa de Alba.

Pintó los frescos de la iglesia de San Antonio de la Florida (Madrid), en 1798. Junto con los del Pilar, estos frescos fueron, prácticamente, las únicas obras religiosas que realizó Goya.

Poco después, pintó La familia de Carlos IV, magnífico retrato colectivo donde aparece el propio Goya. Muchos de los rostros parecen máscaras de vanidad y estupidez, ajenos a los que sucedía a su alrededor.

De 1805 son La maja vestida y La maja desnuda. Esta última obra, seguramente, se mantendría oculta en la época, ya que los desnudos estaban prohibidos por la Inquisición (una institución judicial que perseguía a los que se oponían a los principios de la religión).

En 1814, pintó otras dos de sus obras cumbres: El 2 de mayo de 1808 y El 3 de mayo de 1808, pinturas donde narra los desastres de la guerra de la Independencia española.

SUS ÚLTIMAS OBRAS

Al finalizar la guerra, Goya fue sustituido como pintor de la corte. Estaba enfermo y apenas oía, por lo que, hacia 1819, se trasladó a vivir a una casa que poseía a las afueras de Madrid, la llamada ‘Quinta del sordo’. En sus paredes realizó una serie de frescos que conocemos como las Pinturas negras. En ellas casi no había color, y las escenas que se narraban eran terribles: romerías fantasmas, brujas, aquelarres..., ejemplos de los aspectos más oscuros del ser humano, pero también del temperamento del autor, cada vez más atormentado.

Goya murió con ochenta y dos años, dejando una obra increíblemente amplia. Fue un auténtico maestro del romanticismo.

LOS AFRANCESADOS

LOS AFRANCESADOS
(Por María Fidalgo Bodas)
HEREDEROS DEL REFORMISMO ILUSTRADO, QUISIERON VER EN JOSÉ BONAPARTE LA FIGURA QUE ESPAÑA NECESITABA PARA ACABAR CON EL ABSOLUTISMO Y FRENAR EL CAOS SOCIAL. ACUSADOS DE TRAICIÓN Y DESLEALTAD, LA HISTORIOGRAFÍA MODERNA RECONOCE SU AFÁN POR REGENERAR EL PAÍS.

1807-1808: la crisis inaudita de la monarquía española.

A partir del segundo mandato de Godoy, iniciado en 1801, la rivalidad por el poder en el irregular reinado de Carlos IV no fue sólo una lucha interna entre dos. Estaban los partidarios de Príncipe de la Paz, en el otro, los anti-reformistas y los sectores descontentos del ejército. El complot de El Escorial (octubre de 1807) por el que los partidarios de Fernando no sólo pretendían atentar contra Godoy, si no tambien situar al príncipe en el trono, tras forzar la abdicación de Carlos IV. Napoleón conseguía que firmara en Fontainebleau un tratado por el que se bendecía la entrada de las tropas francesas, con el pretexto de conquistar Portugal. Cinco meses después iba a mentalizarse en los motines de Aranjuez la mayor muestra de la crisis política existente en España, fruto de la rivalidad que mostraban tanto Godoy y Carlos IV como Fernando.

DE REY DE NÁPOLES A MONARCA ESPAÑOL

Napoleón consiguió, que toda la familia real abandonara España para presentarse en Bayona para que se le reconociera como mediador y que finalmente, tanto Carlos como Fernando abdicaran oficialmente a su favor. El emperador pudo así designar a su hermano mayor, José como nuevo monarca español. Su poder político y cortesano corrompido, la presencia amenazante de las tropas francesas en el territorio español y un pueblo descontento por el peso de la crisis ecomónica y la fiscalidad, la sociedad española quedaba sumergida en la confusión y la inquietud. La palabra “afrancesado” tenía en 1808 un significado muy amplio siempre de tono descriptivo.

LOS AFRANCESADOS SE CONVIRTIERON EN UN BLANCO FÁCIL PARA LIBERALES Y ABSOLUTISTAS, QUE, PRETENDIERON RIVALIZAR EN PATRIOTISMO, NO DUDARON EN TITULARLES DE TRAIDORES.

A partir de la Guerra de la Independencia afrancesado se convirtió en una palabra que designaba a un sector de la poblacion y muy particularmente, a los partidarios del rey
José I. Se empezó hablar de los liberales para referirse a los partidarios de unas nuevas Cortes y de una nueva Constitución y de servirles a los afrancesados para convertirse en un banco fácil. Los estudios han evidenciado que en los círculos josefinos sobresalió un indiscutible patriotismo hispano que tuvo puestas sus esperanzas en la regeneración de España, bajo un monarca. El patriotismo español de José I eran tensiones entre sus iniciativas políticas y la voluntad de Napoleón. El propio José Bonaparte dejo a finales de 1811 la confesión a su esposa el deseo de retirarse de los asuntos políticos.


LOS MOTIVOS DE LOS ESPAÑOLES PARA HACERSE JOSEFINOS FUERON MUY VARIADOS.

El propio Fernando VIII se vio obligado a distinguir diversas categorías de afrancesados cuando dictó su decreto contra ellos. De menor a mayor gravedad del delito; en primer lugar a los que no habían ocupado ningún cargo. A continuación había mantenido los cargos. Luego a los que habían aceptado cargos, y en último lugar a aquellos que ya fuera por efecto a José que habían contribuido a la persecución.

LIBERALES Y AFRANCESADOS, MÁS SIMILITUDES QUE DIFERENCIAS.


El oportunismo tuvo su peso en el vaivén de adeptos, como muestra la notable reducción de hombres públicos que se manifestaban partidarios de José I tras la derrota de los ejércitos franceses en Bailén, el 19 de julio de 1808, o a su momento después de la conquista de Andalucía por José I en 1810. Ola nueva reducción que pudo percibirse, a partir de 1812.Al principio de la retirada de los ejércitos napoleónicos puede estimarse que los refugiados josefinos alcanzarían a ser unos 12.000. Sin contar a los hijos y mujeres de muchos de ellos, que les siguieron a exilio. Juan López Tabar ha documentado personalmente a 4.200 afrancesados. La mayor parte de los afrancesados exiliados en 1814 eran empleados civiles, hombres dedicados a la política y funcionarios. Sin embargo, sabemos que había también afrancesados pertenecientes a los sectores populares, entre los personajes mas destacados y conocidos se hallaban algunos altos cargos y antiguos ministros de la monarquía borbónica. Había también nombres destacados en el ámbito de las letras y de la cultura. Así como reconocidos personajes eclesiásticos.
Unos y otros eran en cierta medida herederos del racionalismo y el reformismo ilustrados; y tanto los liberares y afrancesados participaron en empresas e ideas comunes, como la edición de obras y prensa.

EL REGRESO DE FERNANDO VII DIO AL TRASTE CON TODO INTENTO REFORMISTA.

Un arma eficaz para su despoblación fue la de considerar tanto a los liberales como a los josefinos como a una misma cosa y calificarlos de afrancesados, es decir, de traidores. De modo que a los liberales no les quedaba más baza que mostrarse más patrióticos que antiafrancesados. Aunque entre los liberales de Cádiz los hubo claramente moderados, en general, sus planteamientos y decisiones resultaron revolucionarios. Tras el golpe de Estado que restableció a Fernando VII como monarca absoluto en 1814. Se olvido de su compromiso de respetar los bienes y los cargos de los afrancesados y dictó un categórico decreto de expatriación y proscripción indefinida contra todos los que habían dado apoyo a José I.

LA OPINIÓN PÚBLICA LOS TRATÓ AL FINAL COMO TRAIDORES Y CRIMINALES.

Algunos afrancesados de exiliaron en Inglaterra, pero la mayoría se refugiaron en Francia. Tras la caída del Imperio Napoleónico, fueron objeto de constante control y marginación bajo el reinado de Fernando XVIII. Acabaron siendo tratados como traidores. La alegría con la que los afrancesados celebraron el establecimiento del nuevo régimen liberal de 1820 subrayó una vez más su idea reformista. A partir de 1823, con el nuevo exilio de los liberales, la mayor parte de los afrancesados adoptaron una actitud de aproximación del recién nacido régimen y procuraron potenciar iniciativas de transformación del mismo. De modo que, como ha señalado la historiográfica más reciente, los antiguos josefinos contribuyeron claramente a hacer posible la instauración del régimen liberal a partir de 1834. De esta manera, el término afrancesado ha permanecido hasta la actualidad como categoría histórica impregnada del equívoco, del tópico y de la simplificación.
El pueblo contra el francés
(Por Vanessa de la Vega Merino)
Para España, la condición de potencia aliada de Francia determino la sucesión y suma de una serie de acontecimientos ocurridos entre trafalgar y día dos de mayo de 1808, hicieron inevitable la guerra. A lo largo de esos años se agudizo el proceso del levantamiento debilitamiento de la monarquía española, se toco fondo ante la decisión de napoleón de apoyar al príncipe Fernando frente a su padre y Godoy recupero de nuevo la alianza con Francia. El coste político de todo ello, sin ser evidente en primera instancia, fue muy elevado a medio plazo. Al emperador pasó por acceder al despliegue de las más prestigiosas unidades militares españolas fuera de nuestras fronteras como tropas de apoyo a los imperiales. El territorio español, que iba siendo paralela ocupado por las tropas napoleónicas. Octubre de 1807 confirma el tratado de Fontanebleau, se acepto intervenir en Portugal y prestar refuerzo con nuestras tropas. Franqueamos nuestras fronteras al ejército imperial sin reticencias ni restricciones. Facilitaron la invasión y precipitaron la guerra: el lamentable proceso de el Escorial , que devaluó hasta limites insospechados el concepto que tenia el pueblo español de la familia real , y el motín de Aranjuez que forzó la exageración de Godoy , Carlos IV y su subida al trono del nuevo rey Fernando VII . Los sucesos de Aranjuez, lo que convertiría el histórico motín en primer pronunciamiento del siglo XIX español. 1808 se consolido una irreversible situación de crisis interna y la progresiva ocupación militar de la península por parte de los ejércitos napoleónicos. Tan fuerte era la presencia francesa en la primavera de 1808, que ya no pasaba desapercibida para muchos españoles. La preocupación y la desazón se adueñaron del pueblo cuando en un contexto tan crítico vieron a la familia real atravesar la frontera con el pretexto de una entrevista con el emperador de los franceses. En la corte española, Napoleón delego poderes en el más significado de sus lugartenientes, Murat, que conocía los planes imperiales para España y los resortes de la ocupación y dominio de la península. Los sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid se cerraría el 3 con los fusilamientos en la montaña de príncipe Pió. Goya lego 2 obras maestras: la carga de los mamelucos y los fusilamientos del 3 de mayo. Dos de mayo no fue un acto espontáneo. Hay pruebas de la preparación del levantamiento, tanto por parte del pueblo como por los militares implicados. Trabajo en el diseño del plan, organización y ejecución que llevaría al lanzamiento general contra el invasor. De abril de mayo de 1808, se confirmaron los recelos y hostilidad de los españoles hacia las actitudes aviesas de las tropas imperiales. Al alba de aquel 2 de mayo de 1808, la inquietud popular derivo en crispación, y tras los conocidos sucesos de palacio, se multiplicaron los enfrentamientos en diferentes puntos de Madrid y su alfoz. En el momento en que se intentaba sacar de España al infante don francisco, los habitantes de Madrid se congregaron en la plaza de la Almería con el fin de impedirlo. Las tropas imperiales fueron apoyadas en el centro de Madrid por los mercenarios mamelucos, que asaltaron con violencia edificios y domicilios particulares. Sin duda, el primer enfrentamiento serio y el más desgarrador se dieron en la puerta del sol, donde los madrileños se abatieron en solidario ante la inhibición general de guarnición militar de la capital al mando del general Negrete. En ella demostró que en la masa altas instancias del poder español había una total comunicación con el estado mayor francés, al que hacia partífice, como aliado, de las informaciones más detalladas. El dos de mayo hubo, pues, encarnizados enfrentamientos en diferentes puntos de Madrid y en el parque de Monteleón . Fue un cruento combate , el primero de una guerra desigual que no finalizo hasta 1814 . Los franceses, conocedores de que uno de los puntos de resistencia estaría en el parque de artillería, tomaron la firme decisión de proceder a su asalto. Principalmente porque, según los datos del general Foy, allí se encontraban almacenados 10.000 fusiles junto a piezas de artillería completas montadas sobre sus afustes .